Un
punto en el tiempo es el punto,
desde
el que todo se inicia,
es el
punto donde muere todo,
es el
punto en el que me pierdo.
Vidas
tangenciales se alargan,
como
tiradas por un delineante,
escojo
la más cercana
y dejo
infinitas potenciales.
Mi
barco navega al garete
sin
velas, ni rumbo, ni destino,
Y
mientras yo me pregunto:
¿Qué
color tendrá el mar mañana?
En mis
sueños vuelan cotorras
que
pintan de verde el cielo,
que
rasgan de sangre el cielo,
que
hieren de libertad mi alma.
¡Toma mi
barco y vete!
¡Despliega
las velas empopada!
Vete tú
que tienes destino,
que yo me voy con la corriente.