miércoles, 22 de octubre de 2014

TOKIO

Cosplays... O chicas que se disfrazan de manga y otras rarezas


Estuvimos viendo una obra en el Teatro Kabukiza: el teatro más importante de Japón de Kabuki (teatro tradicional). Fue muy emocionante, pero no dejaban hacer vídeos ni fotos dentro mientras duraba el acto. Una pena.



 El farolillo de papel más grande en templo Senso ji.

Escolares en templo Senso  ji. Lo de los uniformes de marinerita no es imaginería manga: es cierto y universal: así van todas.

Nuestro tentempié casi diario para aguantar las duras caminatas sin tener que parar a comer: Onigiris. Son bolas de arroz rellenas de diversos ingredientes y rodeados de alga Nori. Vamos, un Sándwich japonés

También está la opción de calamares secos. 

Sumo! 
Tuvimos la suerte de estar en Tokio en pleno torneo de sumo, (en Tokio sólo hay tres por año). Así que pillamos entradas para un día de competición. Fue impresionante. La calidad de la fotos no es muy buena porque estábamos sentados en la penúltima fila. (Las entradas son caras).







Soba: Fideos fríos para mojar en salsa caliente. Qué cosa más rica! En Japón hay que sorber sonoramente los fideos y acercarse mucho el tazón a la boca como si tuvieras miedo de que te lo fuera a quitar, porque eso es de buena educación. Yo hacía lo que podía en eso de sorber pero no logré hacerlo como ellos. 


Skyline of Tokio.

Tren bala (Shinkansen), pantallas "explicativas" en las estaciones de metro y tren, y fauna de dichos medios.



Un señor con bigote leyendo un cómic manga. No sólo los chavales lo leen.

Última moda


Jardín Hama Rikiu. Este jardín es uno de tantos que están salpicados por toda la ciudad. Los japoneses cuidan al máximo la estética de los parques: la decoración de los árboles, la pulcritud en el césped y detalles artísticos en las fuentes y lagos, todo con esa sobriedad zen que caracteriza el arte japonés. La casita de abajo es una casa de té, (llamada Ochaya en japonés). En ella te pueden hacer la ceremonia del té mientras estás inmerso en una tranquilidad absoluta, ajeno a lo que está pasando tras los pinos centenarios, ya que a pocos metros atrás aparece el barrio de Ueno, uno de los más caros de Tokio, que está repleto de tiendas de lujo y con una actividad frenética, ya que es también uno de los núcleos financieros de Japón, y por tanto, del mundo.



Mercadeo y comida. Ambas cosas son accesibles a cualquier hora y en cualquier sitio. Los locales de comida "rápida" japonesa, suelen estar en los bajos del Metro, que en Tokio va sobre tierra. Se suelen poner cerca de las estaciones de metro porque el tokiota se pasa medio día en el transporte público para ir y volver de casa al trabajo. Se pasan media vida en el metro y en el tren, y suelen comer algo rápido tanto en el transporte público, como 5 minutos antes de subir al próximo transporte. Comen muy rápido. Y cuando digo muy rápido, me refiero a que un día contabilizamos la cantidad de tokiotas que se sentaban a mi lado, comían y se iban, mientras yo hacía lo mismo. Contamos 5! 5 japoneses comieron y se fueron en el rato en el que yo comía. Comer allí es un mero trámite de supervivencia. Comen muy rico y muy barato, pero no se andan con contemplaciones ni mucho menos con el rollo tan mediterráneo de la sobremesa. Eso no lo entienden, y es más, para algunos comerciantes es un incordio que se siente un español, porque está visto que con nosotros pierden dinero: En mi sitio se podrían haber sentado otros 5 japoneses!!!





Cruce de Shibuya. El más concurrido del mundo




Y esto es un camión con publicidad que circulaba a todas horas por Tokio. Imposible olvidarme del soniquete ese....